La biografía del contenedor marítimo. La revolución del transporte del S. XX
Por muy complejo que pueda tornarse a veces el mundo de la logística, siempre vamos a encontrar en él elementos clave e icónicos. Uno de los más representativos (sino el que más) es el contenedor marítimo, de cuya historia, recorrido y futuro hacemos hoy un repaso.
La revolución del contenedor marítimo
Hay quien dice que las grandes ideas aparecen en los momentos menos pensados y algo parecido debió sucederle a Malcom McLean, el padre del contenedor marítimo. Hace ya más de 60 años que McLean se encontraba en el puerto de Carolina del Norte esperando para realizar la entrega de la carga de su vehículo. En esa interminable espera no dejaba de pensar que tendría que existir una manera más veloz de trasladar la carga y voilà, así nació el contenedor marítimo.
La idea era tan simple como lograr pasar enteramente la caja del camión al barco, de esta forma se reduciría considerablemente el tiempo empleado en traspasar el cargamento y se ahorraría mucho esfuerzo. Sin embargo, no todos los integrantes del sector estaban por la idea de McLean y a este le llevó 19 años materializar su creación inicial.
Fue entonces cuando se hizo con dos buques de la Segunda Guerra Mundial y los adaptó para ser capaces de albergar cajas metálicas construidas con las mismas dimensiones que sus trailers. La hemeroteca señala el 26 de abril de 1956 como fecha del primer transporte de mercancías con contenedores, un trayecto que unió Nueva York con Houston y dio el pistoletazo de salida a toda una serie de mejoras e implementaciones para llegar a lo que hoy identificamos como contenedor marítimo.
La introducción del contenedor marítimo ha permitido ahorrar tiempo y dinero, sobre todo a partir de la introducción del contenedor ISO que estandariza las medidas para todo el sector. Las cifras son incontestables pues de los 6 dólares por tonelada que podía llegar a costar un flete antes de la idea de McLean, pasamos a los 0,16 dólares con la introducción del contenedor marítimo.
Una revolución en todos los frentes
Pero toda esta revolución no se ha limitado al momento del traslado de la carga del camión al barco. Las aplicaciones del contenedor han permitido que podamos enviar un cargamento y aprovechar el viaje de retorno para transportar nueva carga en el mismo contenedor.
También hemos asistido a la diversificación de esta creación, de manera que actualmente podemos identificar contenedores refrigerados, aislantes, contenedores cisterna, … En definitiva, toda una gama de productos pensados para transportar cualquier tipo de carga y hacerlo sin que ninguna de sus propiedades se vea afectada en el camino.
El futuro protagonismo del contenedor marítimo plegable
La investigación y desarrollo en torno al contenedor marítimo no se detienen. Actualmente el sector está centrado en dar solución a uno de los mayores inconvenientes actuales: el inevitable traslado de contenedores vacíos. Dicen los expertos que es imposible que ningún puerto maneje el mismo nivel de contenedores llenos que vacíos, por lo que en algún momento se ven abocados a “transportar aire” (contenedores vacíos).
Sin embargo, la solución a ese problema puede estar muy cerca de hacerse realidad de la mano de la empresa valenciana Navlandis. Esta compañía ha creado el contenedor plegable ZBox, que permite reducir hasta un 50% los costos operativos de las empresas y reducir también en un 20% las emisiones de CO2. La clave reside en que 5 contenedores ZBox plegados ocupan lo mismo que 1 contenedor tradicional vacío.
Una nueva revolución se vislumbra en el horizonte. Navlandis aspira a vender 3.000 unidades de su ZBox en 2019 y este sería solo el principio de una nueva revolución.